¿Por qué sigue existiendo el doblaje?


Yo me pregunto. Esta tradicional forma de mutilación cinematográfica sigue siendo norma en España aun habiendo pasado más de 70 años desde su nacimiento. Al contrario de lo que muchos piensan, el doblaje no fue inventado por el franquismo para alterar el contenido de las películas extranjeras, sino que estaba ya instaurado en el país antes de que Franco llegara al poder. La primera película doblada de la que se tiene constancia es “Entre la espada y la pared”, rodada en Francia en 1931, y el primer estudio de doblaje se crea en Barcelona en 1932.

El motivo por el que se empezó a doblar parece razonable: Con un alto porcentaje de población analfabeta, resultaría imposible atraerlos a las salas de proyección si tenían la necesidad de leer subtítulos. El analfabetismo en aquellos tiempos rondaba, según éste estudio, el 45%. Cabe pensar que quizás el cine como entretenimiento no se hubiera desarrollado en España si no hubiera sido por el doblaje. Pasados los años, y con una industria de doblaje ya formada, la censura franquista lo tuvo fácil para manipular el contenido de las películas en otro idioma que llegaban a nuestras fronteras (que eran la mayoría). Todo esto es razonable, y explica la existencia del doblaje en aquel tiempo. Pero no estamos en 1932. Ni en 1960. Estamos en 2009. El porcentaje de analfabetización es del 3%, y sigo teniendo que escuchar a Sean Penn con voz de loca en “Milk”. ¿Por qué? Veamos algunos motivos que me dan los defensores del doblaje:


- “Es que la industria del doblaje genera empleo y dinero, y muchos comen de ella”

¿Es esto un motivo para que la versión original sea tan poco accesible en los cines de España, exceptuando algunas ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla? Parece bastante claro que no. Es un hecho que las películas se doblan, y se subtitulan, ya que el DVD ofrece ambas opciones. ¿Es realmente tan costoso para los cines el ofrecerlas también? No me importaría que los amantes de la versión original estuviésemos relegados a las horas muertas (sesión golfa, primera sesión en películas no infantiles, sesiones matinales…), con tal de tener la posibilidad de escucharla en su plenitud. Pero desgraciadamente, en mi ciudad al menos, esa opción no existe.

- “Es que la gente ya está acostumbrada”

Sí, igual que la gente estaba acostumbrada a fumar en los aviones, y hoy en día es impensable. La gente está acostumbrada a ver cine doblado porque simplemente se le ha impuesto desde siempre. No creo que se le esté dando una oportunidad real a la versión original, y confío en que un porcentaje alto del público español apoyaría la opción de tener ambas versiones disponibles. De hecho, veo un incremento en el número de personas que disfruta de la versión original en casa, hecho que creo proviene del boom de las series de televisión modernas. ¿Cuántos seguidores de Lost, House o Heroes esperan meses a que sus series favoritas se doblen al castellano para poder verlas? Con el buen trabajo que realizan subtituladores “aficionados” al traducir las series en menos de un día desde su emisión en EEUU, pocos se resisten a verlo en versión original, y no he escuchado demasiadas quejas hasta el momento, más bien al contrario: “No, yo Lost ya no podría verla en español”. Lógico.


- “Es que el doblaje también es un arte, una forma de interpretación”

Que el hecho de eliminar la voz de un actor, una de sus principales armas interpretativas, para sustituirla con otra voz en otro idioma grabada en estudio se considere arte me parece demencial. Cuando yo vivía en Londres estrenaron “Volver”, de Pedro Almodóvar, obviamente en español con subtítulos. Trataba de imaginarme como sería si una señora inglesa le pusiera voz a Carmen Maura y otra a Penélope Cruz. Ridículo es la única palabra que se me venía a la mente. Tan ridículo como tener que escuchar a Robert De Niro decir “Dame la jodida pistola, gilipollas”, algo que, por otra parte, no puedo imaginarme a nadie diciendo en serio. Que la mayor parte de la población española no haya escuchado nunca la voz real de Robert De Niro me parece directamente un crimen. La música es un arte, la escultura es un arte, la fotografía es un arte, el cómic es un arte. El doblaje es una lacra.



- “Es que yo no puedo leer los subtítulos al mismo tiempo que veo la película”

Yo tampoco podía escribir a la vez que miraba la pantalla del ordenador, y ahora ni me doy cuenta. Todo se aprende, y no conozco a nadie al que le haya costado más de 3 o 4 películas acostumbrarse. Llegado un punto, puede que te acostumbres tanto que incluso empieces a entender lo que dicen sin mirar los subtítulos. Esto se llama “mejorar tu inglés disfrutando”, pero parece que alguien quiere que sigamos siendo uno de los países con menor conocimiento del idioma rey. Que nos lo den servidito y en nuestro idioma, y por si acaso adapta también las referencias culturales a otras más cercanas, no vaya a ser que nos dé por pensar o informarnos.

- “Es que el doblaje español es el mejor que hay”

Ah, ya entiendo. Obviamente después de haber visto películas dobladas en alemán, italiano y francés; has llegado a la conclusión de que el doblaje español es el mejor del mundo. ¿O es que lo dijeron ayer en TVE?

- “Es que mira, paso de tí. Yo voy a seguir viendo las películas dobladas como toda la vida de Dios”

Ya, eso pensaba. Y me parece estupendo, allá cada uno con su opción. Pero ese es precisamente el motivo de mi queja: Yo no tengo opción. Amo el cine, y pienso que ni los Blu-Ray, ni los 7.1, ni el sofá de mi casa pueden superar la experiencia de ver una película en su medio natural. Pero tengo que conformarme con la versión adulterada de los hechos, con Manolo Pacino, con Antonio Spacey, con Rocío Johansson.

Señores del cine, dadnos una oportunidad. No somos analfabetos, sabemos leer, sabemos ver películas y series en su idioma de nacimiento. ¿Qué perdéis? Las salas ya se están quedando vacías de todas formas…